El Fruto del Placer

Estaba en casa, aprovechando la ausencia de mi familia para escuchar música a todo volumen cuando me dije... ¡Quiero una banana! Camine semidesnudo hacia la heladera y agarré una. Luego la cambié porque me tentó una más grande y verde; ya mis intenciones habían cambiado. Me dirijo hacia la pieza donde termino de desnudarme y analizo la banana. Relajado sobre la cama, empecé a lamerla de manera tal que ya mi miembro empezaba a ponerse tieso. Comienzo a recorrerme el cuerpo con el fruto, hasta llegar a mi ano el cual ya se encontraba húmedo y casi listo para la penetración. Me hacía desear a mí mismo llevando el fruto hacia la entrada del ano y retirándolo una y otra vez. Me arrodillo en la cama dejando mi cola levantada y comencé a penetrarme con la banana. Una y otra vez el plátano se deslizaba en mi interior, dilatándome suavemente y haciéndome sudar de placer... el fruto lo movía frenéticamente y cada vez más profundo. Ahora, boca arriba y con las piernas en alto y flexionadas, me penetraba cada vez más enérgico y masturbándome a la vez. Mi ritmo se aceleraba y mi pene se volvía más duro que nunca y mi glande se hinchaba un poco... sentía un cosquilleo en el miembro, signo de preaviso que estoy a punto de acabar... mi experiencia culminó con una eyaculación abundante y mi cuerpo satisfecho.
De ahora en más, no sufro de calambres ya que me hice adicto al potasio...!!!!