Quiero Sufrir de Histeria en el Siglo XVIII

Estaba navegando por la blogósfera y me encontré en un blog de curiosidades con la historia de los vibradores (dejo la dire de la página al final por si alguien tiene ganas de leer algo serio)
Para resumir, resulta que en el siglo XVIII la Histeria era una enfermedad puramente femenina (Hoy sabemos que la histeria es unisex, pero eso es tema para otro post) y se trataba mediante el "masaje de clítoris" para provocar un "paroxismo histérico". O sea, la histérica en cuestión iba al médico para que le masajeen el clítoris y tuviera un orgasmo y se fuera toda contenta y satisfecha. Y para evitar la artritis en la mano derecha del señor médico (el remedio era adictivo y las enfermas se multiplicaban), el masaje se daba con un vibrador.
¿Se imaginan qué bueno debía estar? Hoy estas de mal humor, le pegas cuatro gritos a tu marido/novio/pretendiente/Fulano de turno y en vez de mandarte a lavar los platos te mandan a que te des una buena sesión de vibraciones relajantes. Ja!
Yo sería la primera en fingir un buen ataque de histeria diario, qué quieren que les diga. El problema es que después de un "paroxismo histérico" no te importa más nada y tenés una sonrisa de oreja a oreja y fingir otro ataque es medio jodido. Bueno, siempre nos queda el recurso de pegarle un tubazo (Oops!, me adelante algunos años, reemplacemos el "tubazo" por un "telegrafazo") a la suegra...
Para continuar con la idiotez, les cuento que uno de los modelos de consolador caseros incluía un adaptador para convertirse en licuadora. Se imaginan???? "che, alguien vio la licuadora?" A mí ni se me ocurriría buscarla, quién sabe donde haya que meter la mano... O "son las 4 de la tarde, es hora del remedio" pasas por la puerta del cuarto y se escucha el "brrrrrrrrr". Jejejeje!
En fin, haber sufrido de Histeria en el Siglo XVIII debe haber estado bárbaro...
http://javimoya.com/blog/2007/01/29/la-histeria-y-los-vibradores/