18/7/07

"Soy así... ¿Te gusto?"

Reaparecí, señores! Alma de Escoba vivita y coleando (cOleando , no lo otro).
Dadas las novedosas circunstancias de mi vida, hoy les escribo para que el resto de ustedes, lectoras, sepan que a todas nos pasa lo mismo.
Hacía mucho que no hacía esto de salir con alguien. Hacía mucho que no me tocaba la experiencia de ir a conocer a alguien y vivir ese momento incómodo en el cual ambas partes dicen básicamente "Soy así. ¿Te gusto?".
El tipo te invita a salir y ya desde el vamos a una se le plantean una serie de interrogantes que van desde el acepto ya (porque me muero de ganas) o me hago desear un poquito (a riesgo de que el señor se canse y desaparezca) hasta el ¿será un sátiro-degenerado-violador? pasando por el ¿Qué me pongo? ¿este escote será demasiado? ¿y ese lugar donde queda? ¿Le cuento a las chicas ahora o mejor les cuento si pasa algo? y fundamentalmente: ¿ME DEPILO????
Elegis la ropa (una semana antes, dos horas antes, en el momento... eso depende de cada una) y cuando te la vas a poner, no te convence. te probas otras cuarenta mil cosas y terminas usando la primer combinación de atuendos. Ensayas saludos y sonrisas, te perfumas en rincones corporales que normalmente no te perfumas para salir, te depilas, te exfolias, te planchas el pelo, te maquillas... y salis y te empiezana doler los pies (malditos tacos!)y hay un viento de la puta madre y te despeinaste y te lloraron los ojos y se te corrió el delineador formando unos surcos negros en tus ojeras que bien parecen la fotocopia de un mapa hidrografico... un desastre. Pero eso si, una camina por la vida con el mapa hidrografico y la frente bien altos, eh? y caminando bien derechita. Si duelen los pies, que no se note.
Y asi llegas al lugar, hecha una diva (o al menos fingiendo que la actitud viste de seda a cualquier mona) y lo ves. Si te no te gusta, es una garcha, porque no podes pararte e irte, quedas condenada a embolarte el resto de la noche y a pensar excusas para no atenderle el cel cuando te llame al día siguiente. Y si te gusta... ¡Es peor! porque esto ahora le agrega tensión a la cosa. Ahora sí te jode estar hecha un desastre. Ahora sí te molesta no haber elegido esa otra remerita o no haberte puesto un corpiño con push up, ahora estas condenada a sufrir el resto de la noche pensando en si vos también le gustas...
Y los nervios juegan malas pasadas, gente: te tropezas, preguntas una boludez, te dejas el bolso apoyado en algún lado, jugas con la hebilla y la rompes, y todo otro montón de pelotudeces que generalmente no te suceden, pero que justo hoy han decidido adherir a la ley de Murphy. Además, tu mayor interes es saber si le gustas o no, por lo tanto te volves un radar: "me esta mirando. ¿con cara de contento o con cara de aburrido? Ay, no!!!! Bostezó!!!! ¿se está aburriendo? Rápido, decí algo! (y te mandas una boludez, pero bueno, había que llenar el vacío acústico) mmm... se ríe, le gustó. Se acerca, le gusto. jeje! (sonrisita interior a una misma) y ahora se corre? porqué se corre?! me puso la mano en la pierna. Es un gesto cariñoso o..." y así el resto de la noche.
De todos modos, me parece que el momento más tenso es el pre-beso. Ese momento es el que define todo. O sea: si no te quiere besar, definitivamente no le gustaste. O por ahí no es taaaan definitivo porque puede ser que el lugar no de para andar intercambio babas. O por ahí te besa y su lengua te recuerda a una babosa, o por ahí tiene vocación de cirujano otorrinonaringologo y quiere extirparte las amigdalas mientras te besa, en un enroscadisimo 2 x 1... O por ahí te besa y vos te derretis como un cubito de hielo en la boca. Y mientras vos pensas en todo esto, él habla y vos ya no haces contacto visual firme como hasta hace un rato: ahora la vista se te corre sola a la boca. Y él habla, y habla, y habla... y vos pensas "boludo! Callate y besame!" y entonces te acerca la cara y lo besas... y si estuvo bueno, esos breves segundos de contacto entre labios se convierten en un estallido de feromonas, hormonas y endorfinas que, en el medio del colectivo, más despeinada, cansada, dolorida y desastrosa que antes, todo te chupe un huevo. Y te tientes de risa sola acordandote de la noche que pasaste, mientras el colectivero te mira sin entender nada...

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