31/10/07

Lo que mal empieza, Bien acaba...

"O al menos eso creía... "

Conocí a un Brasileño en una disco: 21 años, ojos miel, delgado pero fibroso y unos centímetros más alto que yo. Nos besamos apasionadamente durante toda la noche, nos pasamos los celulares y listo... tasa, tasa cada uno a su casa.
Tres días después, me llama y acordamos ir a almorzar a la Galería Pacífico, Capital Federal. Yo almorcé algo liviano porque si llegaba a pasar algo más (por algo acepte verlo; este Brasileño no se me escapa!), no quería tener olor fuerte en la boca ni nada por el estilo. Terminamos de almorzar, paseamos un rato por Plaza San Martín y después fuimos a la pensión donde se alojaba (era hora, no me podía hacer desear más por falta de tiempo). Luego de subir 76 escalones de esa condenada escalera, llegamos a su habitación. Una pocilga de 4 x 4, desordenada y con muuuchos ruidos: que los amigos golpeaban las paredes contiguas, que la mujer de la limpieza golpeaba la puerta cada 5 minutos porque faltaba una toalla, la cama que rechinaba, martillazos de un lado, taladro de los obreros que estaban arreglando la esquina de la pensión (ubicada en Congreso)... NOO!! Traté de concentrarme pese a todo, y empezamos a besarnos y a desvestirnos poco a poco. Estaba más erecto que nunca y Felipe también. Empiezo a juguetear con mi lengua por el cuello, bajando suavemente, hasta que me topo con un tatuaje en el lado derecho de su abdomen con la leyenda "Lourdes". Es mi mamá, dijo, al ver mi cara de asombro e intriga. Mi acotación siguiente fue: "Ah! Espera que la saludo. No quiero quedar como un maleducado, y le beso el tattoo". Felipe se tentó taanto de risa que de tener un fideo paso a tener un ñoqui. Lo que me costó remontar la situación no se dan una idea. Una vez enfocado otra vez en el tema, proseguimos a darnos sexo oral. Debo admitir que fue uno de los mejores que he recibido en mi vida: llegue a pensar que tenia una serpiente en vez de lengua, ya que la enroscaba en el pene y le daba casi dos vueltas. Los cantantes de Kiss un poroto.
Ansioso por alojarlo dentro mío, me arrodillo en la cama (pose tipo perrito) y lo espero. Saca lubricante y preservativos de un cajón, y cuando estaba a punto de entrar, se lanza con todo y se queda duro encima mío. Como me dolió, le puse los puntos y le digo que lo haga mas despacio y me responde con: " Me agarro un calambre en la pierna". Aaaah Noooo!!! Lo tenia sobre mi espalda y sentía como le temblequeaba la pierna, hasta que se sentó y empezó a masajeársela hasta que me dijo, estoy listo. Esta vez, sin calambres de por medio, empieza a penetrarme y era la nada total. Mi libido ya no existía y estaba mas concentrado en contar la cantidad de telarañas que tenia la habitación (15) que en el rendimiento del acalambrado.
Después en el segundo fue mejorando, sin complicaciones de por medio, y el tercero se llevo todos los aplausos... me hizo conocer poses que ni sabia que existían y sino, es muy innovador. Pero pese a todo esto no conseguí ese deseado estallido de placer. Mi único consuelo fue que al llegar a casa mis dedos me dieron el Orgasmo que tanto deseaba. Insisto: No voy a tener buen sexo como la gente normal?

1 comentario:

CHAMAN dijo...

NO SE COMO LLEGUE, PERO ME SENTI BIEN

BESOS